martes, 6 de septiembre de 2011

La Inflación, esa cosa tan argentina...

Abstracto

En una economía con tantos altibajos como la de Argentina,  ¿cómo impacta la inflación en la recaudación del estado y en el patrimonio de las personas? ¿Existe el impuesto inflacionario? ¿Quiénes son los más perjudicados por la inflación?


Empecemos por el principio… ¿qué es la inflación?

Todos los argentinos tenemos una idea de qué es la inflación. En mi caso, esta noción se nutrió en un principio de lo que mis mayores y profesores me contaron de sus experiencias. Después fue ampliada por mi propia experiencia. Ahora todos los adultos (y los no tanto también) sabemos cómo nos impacta e intuitivamente cómo combatirla en la medida de nuestras posibilidades, ¿pero qué es la inflación?

Cuando en una economía la producción de bienes y servicios (oferta) es igual a la adquisición de los mismos (demanda) decimos que estamos en una situación de equilibrio. Si hay más oferta que demanda existirán fábricas con capacidad ociosa y los empresarios tenderán a producir menos de lo que realmente pueden. Por el contrario, si estamos en una situación donde hay más demanda que oferta, los empresarios tratarán de cubrir ese faltante produciendo más. Pero imaginemos que la mayor producción ya no es posible porque estamos al tope de la capacidad de las plantas o porque no queremos contratar más gente que provea los servicios demandados.

Supongamos, además, una economía donde los precios sean siempre fijos. En este tipo de escenario, no habría otra solución más que las empresas anuncien que no pueden cubrir la demanda. En términos económicos decimos que la demanda agregada (es decir, todo lo que una economía planea gastar) excede a la producción. Sin embargo, en la realidad no existen los esquemas de precios fijos. Por lo tanto, para que la oferta iguale a la demanda y exista un equilibrio, la variable de ajuste son los precios, que deben subir para desalentar parte de la demanda. Llegamos así a una definición de inflación enunciada como “el crecimiento generalizado y continuo de los precios de los bienes y servicios de una economía” [1]

Cuando los precios aumentan, el dinero ya no vale lo mismo. En otras palabras, voy a necesitar más dinero para comprar la misma cantidad de bienes y servicios que antes compraba con menos. Por lo tanto decimos que una consecuencia del aumento generalizado de precios es la pérdida del poder adquisitivo de la moneda.

La forma en que medimos el aumento de los bienes y servicios es a través de los índices de precios. De ahí se deriva la importancia de tener índices confiables que reflejen la realidad, ya que de lo contrario no estamos representando el verdadero costo de vida.

El valor nominal y real del dinero

Cuando los precios suben y se necesita cada vez más cantidad de dinero para comprar los mismos bienes y servicios que antes decimos que el valor nominal del dinero dejó de ser igual al valor real. Veamos el siguiente caso para ejemplificar el valor adquisitivo:



En el ejemplo anterior se ve como el aumento del nivel de precios genera que el valor real del dinero disminuya a pesar de contar en el momento 2 con el mismo monto nominal. Esto significa que adquirir lo que antes adquiría con $ 1.000,-  ($ 1.000 x 1) ahora necesitaré $ 1.250,- ($ 1.000 x 1,25).

En las economías domésticas, del total del ingreso (que llamaremos renta) se destina una parte al consumo (compra de bienes y servicios) y otra parte al ahorro. Si se necesita más dinero para comprar bienes y servicios entonces se debe dejar de ahorrar para destinar más a consumo.

Indaguemos un poco más… ¿Por qué surge la inflación?

Hay diversas teorías que explican el nacimiento de la inflación, cada una asignando diferente ponderación a los factores que la causan. A cual suscribir dependerá de la visión que se tenga y de las evidencias con las que contemos.

Los Monetaristas[2]

Para esta corriente de pensamiento, la demanda de dinero se basa en el deseo de la gente de realizar transacciones, de consumir. Por lo tanto, parte de la identidad donde el valor de las transacciones de una economía debe ser igual a la cantidad de dinero existente en esa economía multiplicada por la velocidad que el mismo cambia de manos. Es decir, todos los bienes y servicios que una sociedad consume multiplicados por el precio de los mismos debe ser igual a todos los billetes que existen en esa economía por la cantidad de veces que se usan. De acuerdo a esta teoría, lo que explica la inflación es la siguiente fórmula:


Desde el punto de vista de las transacciones
Desde el punto de vista de la renta
Demanda
=
Oferta
Demanda
=
Oferta
P * Q
=
V * M
P * y 
=
V * M


Desde el punto de vista de las transacciones, verificamos que P * Q es el precio de los bienes y servicios multiplicados por la cantidad de los mismos y donde V * M es la velocidad del dinero (cantidad de veces que los billetes cambian de mano) multiplicado por el volumen de dinero disponible en un economía (que es el dinero en manos de los ciudadanos más los depósitos bancarios y en cuentas corrientes). Para los monetaristas, ésta es la situación de equilibrio a la que aludíamos en un principio. Desde el punto de vista de la renta vemos que la cantidad de bienes y servicios es reemplazado por y, que representa la renta real (la producción de bienes y servicios, es decir el PBI real)

Si asumimos que la velocidad de circulación de dinero permanece estable, porque la demanda de dinero también lo está, entonces la velocidad aumentará con un incremento en la renta. En otras palabras, si aumenta la velocidad con la que el dinero cambia de manos no es porque haya una mayor demanda de dinero por parte de los consumidores, sino porque hay más dinero en la calle.

Ahora veamos los términos de cada igualdad. Del lado de la demanda hemos establecido que estamos al máximo de la capacidad productiva. Por lo tanto la cantidad de bienes y servicios disponibles en la economía no puede incrementarse. Del lado de la oferta, el volumen de dinero disponible es representado por la creación primaria de dinero (es decir, las emisiones del Banco Central) y la creación secundaria del mismo (o sea, entre otros, los créditos otorgados por los bancos).

Por lo tanto, cualquier incremento en la oferta monetaria debe ser compensado por un incremento de precios para volver a la situación de equilibrio. De esta forma se suben los precios y surge la inflación.

Los Keynesianos [3]

Para esta escuela de pensamiento, la relación entre la oferta monetaria y el nivel de precios no es tan directa.[4] Para ellos la variable que más ponderación tiene es la demanda agregada. Bajo este enfoque, un incremento de la demanda agregada (por cualquier motivo) que no pueda ser igualado por un aumento en la oferta de bienes y servicios, llevará indefectiblemente a un incremento de precios para mantener la situación de equilibrio.

La explicación keynesiana de la inflación supone que el incremento de precios se presenta por una situación económica en términos de recursos disponibles. En otras palabras, asume que los productores de bienes y servicios no cuentan con la capacidad para incrementar su producción, como solicitan los consumidores, y de esta forma cubrir la demanda de los mismos.

Como no pueden cubrir la demanda completa, se debe desalentar parte de la misma mediante el aumento de los precios para volver a la situación de equilibrio.

Otras Teorías sobre la aparición de la Inflación

Ø  Inflación de Costos: Bajo este enfoque, la inflación de precios aparece por el incremento en el costo de los factores productivos. Por ejemplo, un incremento en los costos salariales hará que el precio de los productos que tienen ese costo aumente a fin de mantener la rentabilidad de los mismos.
Ø  Inflación estructural: Esta teoría sostiene que la inflación se origina en el sistema productivo y social de una economía y que los factores monetarios sólo importan en la medida que propagan el efecto inflacionario, sin iniciarlo. Basan su tesis en que la oferta de productos es rígida.

El impuesto inflacionario

Los impuestos son la forma que tiene el Estado de financiar sus actividades. Para esto, el Estado puede exigir el pago de los mismos y aplicar multas en caso de incumplimiento. El impuesto inflacionario no es un impuesto que deba ser pagado al Estado o establecido en una declaración jurada, pero sí es una forma que tiene el estado de financiarse.

Decimos esto porque genera la redistribución del valor económico de los tenedores de activos monetarios (o sea las personas que tienen el dinero) hacia los emisores (o sea quien imprime los billetes). En otras palabras, el dinero en manos de los consumidores se desvaloriza, mientras que el que emite dinero puede usarlo para efectuar transacciones antes que el mismo pierda su valor. ¿Por qué pasa esto? Porque la emisión de dinero es antes de que los efectos de la inflación, por haber más cantidad de dinero disponible circulando, se comiencen a sentir, o sea, antes que el valor real del dinero caiga.

Continuando con el ejemplo anterior, el impuesto inflacionario se obtiene calculado cuánto es la pérdida del poder adquisitivo comparada con la moneda base. En este caso (1.000 – 800) / 1.000 = 0,2. Lo que significa un 20% de impuesto inflacionario.

El aumento en la recaudación no siempre es porque hubo mayor producción (Crecimiento)

A medida que se incrementa el ingreso, también se incrementará el consumo pero sólo en forma marginal. Es decir, el consumo se incrementará pero en menor proporción que el incremento en la renta. Se comprarán mayor cantidad de bienes. A esto llamamos “propensión marginal a consumir” y se define como la proporción de un peso en que aumenta el consumo cuando aumenta la renta (el ingreso) en un peso. Sin embargo, cuando el ingreso no se incrementa pero sí el nivel general de precios, las economías domésticas deben destinar un mayor porcentaje de su renta a cubrir sus necesidades de consumo. No compran más, sino más caro. Por lo tanto, el ahorro se ve disminuido en la misma proporción que se destina a consumo.


El Estado se beneficia adicionalmente por la recaudación extra que se genera en base, no a la mayor cantidad de transacciones existentes, sino en base al mayor valor nominal de las mismas. Continuando con el ejemplo anterior, si el Estado cobra IVA sobre una transacción de $ 1.000,- eso implica que estarían ingresando a las arcas públicas $ 173,55 (21% que en el ejemplo está incluido en los $ 1.000 de gasto). Sin embargo, con los precios incrementados la base imponible del impuesto aumenta, y consecuentemente lo recaudado también lo hará. Se pasará a recaudar $ 216,94 (21% incluido en $ 1.250).

¿A quién afecta más la inflación y cómo podemos protegernos de ella?
Es claro que los más afectados por este impuesto son aquellos que no tienen mucha capacidad de adaptación al momento de desviar sus ahorros hacia sus gastos. Estos son los sectores de menores ingresos de la sociedad. Por lo general, al no tener capacidad de ahorro destinan el 100% de su renta al consumo. En otras palabras todos sus ingresos están destinados a cubrir sus necesidades básicas (alimento, vivienda, vestimenta, etc.)

Por otro lado, no sólo aquellos sectores de menores ingresos son afectados, sino también los de ingresos fijos que no pueden aumentar el valor nominal de los mismos.
Una forma de evitar los efectos de la pérdida del poder adquisitivo de la moneda es refugiarse en bienes “no monetarios”. Un activo monetario es aquel que tiene un valor nominal fijo. Por lo tanto, un activo no monetario es aquel que puede cambiar su valor en términos relativos. El siguiente cuadro nos dará un resumen conceptual de los mismos:


¿Ajusta por π?
¿Pierde Valor?
Activos Monetarios
No
Activos No Monetarios
No


Algunos ejemplos de la vida cotidiana son:
ü  Activos Monetarios: Dinero en efectivo, depósitos bancarios en pesos, plazos fijos en pesos, sueldos y también los pesos debajo del colchón.
ü  Activos No Monetarios: Bienes Muebles (autos), Bienes inmuebles (departamentos), Dólares, Oro, entre otros.

Algunos ejemplos en la empresa son:
ü  Activos Monetarios: Dinero en efectivo, cuentas por cobrar (que nos afectan negativamente porque cuando las cobremos no podremos comprar lo mismo que al momento de la venta), cuentas por pagar (que nos afectan positivamente porque licuan la deuda).

ü  Activos No Monetarios: Bienes Muebles (maquinarias productivas), Bienes inmuebles (oficinas, plantas, etc), Dólares, entre otros.

¿Qué sucede en Argentina?

En mi opinión la inflación en la Argentina está impulsada principalmente por un incremento en la base monetaria generada, no en la inversión de capital, sino por la emisión de moneda. La masa monetaria se puede medir de acuerdo al concepto de dinero que queramos cuantificar. Existen diferentes clasificaciones de dinero, las cuales son:

M1: es el dinero que circula en la economía, y suma los depósitos corrientes de los ciudadanos, es decir, las cantidades que los ciudadanos tienen fácilmente accesible para gastar.
M2: incluye M1 y suma los depósitos existentes a corto plazo que los ciudadanos tienen en el sistema financiero, es decir, el dinero y sus substitutos más o menos a corto plazo, normalmente definido con plazos de hasta un año.
M3: incluye M2 y suma todos los depósitos, incluyendo depósitos a más largo plazo.
M4: incluye M3 y suma los depósitos adicionales, como pueden ser los depósitos que extranjeros tienen en el país y los depósitos de los ministerios gubernamentales.

La categoría que nos interesa a nosotros es la M2 ya que representa el dinero más líquido y de más rápida disponibilidad para efectuar transacciones.

El ritmo de la emisión monetaria en Argentina ha estado aumentando. El BCRA realiza mediciones todos los meses de estos datos para poder aplicar una política monetaria eficiente y mantener bajo control la inflación. Los datos de emisión, tomando como mes base Diciembre de 2010, son los siguientes:



Emisión Monetaria M2 e índice de inflación [5]
A pesar de mostrar una baja de Enero a Febrero, el crecimiento acumulado de dinero M2 alcanza un 21,1%. Este crecimiento, si lo calculamos en forma compuesta se traduce en un aumento del 2,4% (en el período de Enero a Agosto), casi el doble del crecimiento de la inflación privada, que es del 1,5%.

Bajo este escenario, los precios aumentan destruyendo la capacidad del peso de resguardar su valor y ser una forma de ahorro. Por lo tanto, los consumidores se vuelcan hacia los activos no monetarios para salvaguardar su capacidad de compra futura. Esta es la razón, o al menos una de las razones, por la cual se puede ver el record de consumo (por ejemplo en la compra de autos, televisores de pantalla plana, etc.)







[1] “Economía: Principios y Aplicaciones” -  F-Machón y V.A. Beker, Capítulo 21
[2] Escuela iniciada por Milton Friedman (1912-2006). Se basa en la teoría cuantitativa del dinero.
[3] Escuela iniciada por John M. Keynes (1883-1946)
[4] Para los Keynesianos, el dinero se demanda no sólo para realizar transacciones sino también como activo. En otras palabras, no sólo lo usan para realizar compras y ventas sino también como forma de acumular valor. Con esta visión, un aumento de la oferta monetaria puede ser absorbido por aumentos de la demanda de dinero con el fin de utilizarlo como fuente de acumulación de valor.
[5] Elaboración propia basada en el informe monetario mensual del BCRA (http://www.bcra.gov.ar/) y en Tasa de inflación Indec y privados (http://www.tasadeinflacion.com.ar/tag/inflacion-indec/).

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